Mis bloqueos de antibloguera

10 octubre 2018



¡Hola, Hola!

Definitivamente soy la antibloguera, no sigo un calendario editorial, no tengo una línea editorial definida, ni una estética comercial, ni me puedo adscribir a un micronicho especializado, ¿pero sabes qué? Me da igual. Este blog es un espacio seguro, un lugar para compartir, para reflexionar y para acoger, y eso empieza conmigo. Así escribo cuando me nace, lo que necesito expresar y compartir contigo.

Llevó muchos meses ABSOLUTAMENTE BLOQUEADA en bucle pensando cómo darle una vuelta al blog, cómo aportar valor, qué tipo de contenido les interesa más, de qué forma llegar mejor, a más personas, cómo hacerlo más accesible, más dinámico o más participativo.

Y es que el mundo va muy deprisa, definitivamente para mí, demasiado… A menudo escucho: “Los blogs ya no funcionan”, “a la gente no le interesa leer”, “debes grabar vblogs”, “comparte tus post en formato podcast”… Y creo que todas esas voces tienen razón, creo que si siguiera esas pautas, todas o algunas, podría obtener más visitas y ese rollo… pero sabes qué… ESA NO SOY YO.

Por supuesto, reconozco que yo también escucho podcast y he sustituido la tele convencional por contenido de YouTube, pero me encanta leer y me gusta escribir, es más para mí es incluso terapéutico, me aporta claridad.

A estas alturas aún no sé si me siento cómoda con lo que implica compartir mi vida y la de mi familia en redes sociales, además en mi día a día todo está bastante organizado y no veo tiempo para coger una cámara o coger el móvil y contar o mostrar cosas, porque prefiero disfrutar el momento… luego me da pena no tener ciertos momentos o reflexiones inmortalizadas, pero intento estar presente y consciente en el día a día.

Te puede parecer vanidad por mi parte, pero no siempre tengo buen aspecto como para dejarlo en un documento gráfico jejeje soy la típica que va por casa descalza, si es verano suelo estar en bragas y más que probablemente no esté maquillada y lleve un moño alto sin el menor estilo. Y para salir, no soy estilosa ni de lejos, soy práctica a más no poder, probablemente lleve un legin o un vaquero, camiseta y deportivas… pero claro, para los que haceres del día a día, me vale. Y aquí avanzo mi fiel compromiso de mejorar mis pintas, les contaré en otro post que este tema tiene chicha…

Y ya por último, te confieso que me di cuenta que todo esto, tantas dudas, tanto pensar las cosas no tiene sentido, porque el problema de escuchar tantas voces a mi alrededor, y darles el poder de influirme me hizo perderme a mí misma, mis ganas de escribir y la confianza en mí misma, y en el sentido de todo esto.
  
Este proyecto lleva muchos años conmigo, me ha ayudado mucho a gestionar todos estos acontecimientos tan intensos que he vivido últimamente y obviamente quiero llegar a más personas, ayudar y contribuir a con lo que yo he vivido, lo que he aprendido y con lo que puedo hacer por otras personas… pero no puedo hacerlo a costa de modificar u ocultar quién soy o cómo hago las cosas.

No puedo dejar de DARTE LAS GRACIAS por estar aquí, por tomarte un momento en leer, en compartir, por tus mensajes privados, por tu generosidad compartiendo conmigo tus experiencias, sé que lo duro que es necesitar un abrazo y que no entiendan porqué,  vivir un momento doloroso o  complicado y no poder compartirlo con quien tienes al lado, o simplemente necesitar alguien que simplemente escuche.

Y sí, sé que debo contar las palabras que los post me quedan muy largos, y eso no es operativo en redes, pero, en fin, esta soy yo, la antibloguera, no digo que vuelvo, porque nunca me he ido, no puedo hacerte una lista cerrada del contenido que vas a encontrar aquí, tampoco descarto ofrecerte tener un ratito de charla de vez en cuando, y no sé si lo que hago es útil o no, lo que te garantizo es que te escribo, te cuento y  te ofrezco este rinconcito por si en algún momento tú también lo necesitas de todo corazón y con mis mejores deseos.




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