Si me sigues desde hace tiempo ya sabes que a mí no hay cosa que me guste más que un tenderete, reunir a familia y amigos vernos, achucharnos, ponernos al día, comer cositas ricas ¡me encanta! Y sí, las americanadas y los anglicismos me pueden, en mi casa se celebra incluso acción de gracias; a nuestra manera sí, pero no nos pasa desapercibido.
A lo que iba, el Baby Shower, es una "fiesta" tipo premamá o prepapá, donde se celebra la futura llegada del bebé. Reconozco, no me preguntes porqué..., que desde que aterricé en este mundo de la maternidad, hace más de cuatro años soñando con tener a mis hijos, esta celebración me hacía muchísima ilusión. Con Daniel, en cuanto supe que era niño, empecé a soñar con decoraciones azules, y ahí quedó la cosa, cuando se marchó dejó un poco de tener sentido. Con Nahia, entre el reposo, la amenaza de parto prematuro, y el miedo a que algo fuese mal, fui perdiendo la ilusión... pero para eso están las amigas, me sorprendieron casi al final con una merienda improvisada en casa y regalitos, sin duda de los mejores recuerdos que tengo del embarazo, GRACIAS CHICAS. (pueden ver el post aquí click!)
Y con Jon, el tercero ya... en principio me parecía agotador organizar nada, no sé, todo el mundo de vacaciones, el calor, ya voy estando cansada... pero sentía que quería tener algo especial, un momento, un recuerdo, una celebración que fuera sólo para él. Debo reconocer que en esta ocasión he ido asimilando este embarazo día a día, centrándome en lo que necesitamos los dos a nivel emocional en cada momento, y detalles como preparar sus cosas, hacerle un libro de recuerdos, comprar y organizar su ropa, hacerle sitio en el cuarto, se ha quedado en segundo plano, como una tarea más que hacer, que sí muy bonita, con mucha alegría e ilusión, pero no como la locura de "LA PRIMERA VEZ"
Así que verme en la semana 37, sana, con un embarazo tranquilo y sin complicaciones, disfrutando del embarazo, un bebé en posición cefálica... no sé me dio un subidón que de repente me dije, "esto merece una celebración" y aquí está el resultado.
La temática elegida fue TOY STORY, y tiene una clara protagonista, y es Nahia. Aprovechamos un disfraz que le regaló la madrina y ella TAN FELIZ, lo de hacer fiesta en casa le encanta, y ya si encima vienen varias amiguitas a jugar...para ella es lo más, estuvo tres días privada con la fiesta (SU fiesta, lo de que era para el hermanito, incluidos algunos regalos, ya lo vamos hablando)
Al tema organización de fiestas, más o menos le tengo pillado el truco, siempre pongo una mesa dulce, golosinas, chucherías y tarta, y otra salada con comida de picoteo (sanwis, tortilla y ensaladilla de mi suegra, que decir que está riquísima es poco) y las bebidas.
Y no quiero terminar este post, sin dar las GRACIAS de corazón a la familia y amigos que nos acompañaron, por su presencia, su alegría, sus buenos deseos y por tomarse la molestia de buscar un detallito para nuestro pequeño, GRACIAS, también a tí que estás ahí, que me lees, que nos vemos por las redes por los mensajes y los buenos deseos que nos llegan a diario, GRACIAS.
*** Casi, Ari, Daniel, Nahia, Jon ***
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