En el post anterior, les comentaba cómo había pasado el segundo trimestre (click!) de este embarazo, en esta ocasión les cuento el susto que tuvimos en la semana 28 de embarazo, si quieres saber más quédate por aquí.
Empiezo la semana 27 y sigo incómoda, hasta que el miércoles de madrugada para amanecer el jueves, noto contracciones un poquito dolorosas, la tripa muy dura, que no se alivian ni al ir al baño, tomar agua o tumbarme, y son más o menos cada hora, cada 45 minutos. Por la mañana vamos a Urgencias del Hospital, no hay nadie así que me atienden muy bien y muy rápido, la Doctora que me atendió también me hizo el seguimiento en planta así que muy contenta con sus atenciones. Me hace la eco y el cuello está en aproximadamente 2 centímetros, así que ya tenía un acortamiento evidente, con lo cual se considera que las contracciones son eficaces y hay que controlarlas. Me pasan a monitores, no sé ni cuánto rato estuve allí, llamaron a mi marido, así que no estuve sola. Confirmaron que tenía contracciones, dinámica como le llaman ellos, y que me ingresan, me explicaron lo que iba a pasar, sin alarmarme más de la cuenta:
- Estoy con contracciones, me van a dar medicación en pastillas para detenerlas durante 48 horas, y si no se paran prueban con otra medicación intravenosa un poquito más fuerte. En mi caso no hizo falta.
- Me pusieron un tratamiento para "forzar" la maduración de los pulmones del bebé, que son dos inyecciones cada 12 horas, la primera me la pusieron allí mismo. Y me comentan que si se presenta el parto antes de la semana 34 podrían poner otra dosis de refuerzo.
Me aclaran que NO estoy de parto, y que tengo que estar tranquila y no adelantar acontecimientos, evidentemente para mí estar en monitores ya era duro porque cuando se me presentó el parto en la otra ocasión rompí aguas nada más entrar en esa sala y ni me pusieron las correas obviamente, así que el bajón fue importante, ya que en ese momento pensar en mi niña en la incubadora llena de tubitos me aterraba. Pero bueno, me pasaron un camisón de esos horribles y gigantes, me dieron la comidita y la medicación, y me fui relajando.
Durante los días de ingreso, seguí notando alguna contracción pero sin dolor, y por rachas, lo peor que llevé el reposo absoluto, no poder levantarme a hacer pis, eso horrible y las medias esas de compresión para la circulación que con el calor y lo incómodas que son...!!! El domingo, ya sin medicación, como la cosa no parece ir a más, me dejan levantarme al baño, me quitan las medias, me hacen una eco y todo sigue igual y si el lunes me la repiten y como sigo bien me mandan a casa, con reposo, sin medicación y si vuelven las molestias pues volvemos a intentar controlar la situación.
Por lo demás, la comida estupenda, estuve casi todo el tiempo sola en la habitación, y bueno la familia todo el día para arriba y para abajo, y mi pobre marido durmiendo todas las noches en la silla esa tan incómoda. Y tanto los doctores que me vieron, las enfermeras y las auxiliares, genial, muy atentas y agradables, por ahora del Materno ni en la ocasión anterior, ni ahora tengo queja ninguna.
Durante la semana 28, ya estando en casa sigo con algunas molestias que van remitiendo a lo largo de la semana, hasta que el viernes ya no noto casi ninguna, tengo revisión con mi doctora de la clínica privada, me confirma que todo sigue igual, y que me recomienda seguir con la medicación para las contracciones cada 12 horas, como no nos hace mal ni a la pequeña, ni a mí pues más vale prevenir que curar, y me verá cada semana para ir llevando un control más exhaustivo.
Estaba deseando llegar a casa con mi tripa y la noté hasta más grandota!!!! |
Bueno pues hasta aquí este capítulo de la historia, vaya final para el segundo trimestre!!!! Pero no pasa nada porque ya estamos en el tercero y último, y sólo nos quedan dos meses que van a pasar volando y que vamos a pasar juntas. Desde aquí quiero aprovechar la oportunidad para AGRADECER todos los mensajes de apoyo y buenos deseos que hemos recibido a través de las redes sociales, del wasap, o que nos han llamado a casa, y a las personas que han venido a vernos, de verdad que en este punto y después de todo valoramos muchísimo esas muestras de cariño, nos dan fuerza para seguir adelante.
Muchas Gracias, Casandra.
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